Las líneas que podemos leer en el
comienzo de Martín Fierro: Aquí me pongo a cantar al compás de la
vigüela…. debieron inspirar a Sebatián Peter en su escultura en
tiza a la que titiló Vihuela o Vigüela.
El mismo ritmo seductor y jadeante de
la prosa de Juan Rulfo parece tomar forma en esta pequeña pieza (10
cm de alto y 9 mm de diámetro) en la que todo fluye como una melodía
popular, inspirada en el folclore y la fiesta.
En el proceso de tallado de Vihuela o
Vigüela, como de cualquiera de sus otros 200 modelos de esculturas
en tiza no existen dibujos previos, planos, o medidas establecidas,
el secreto está en visualizar la escultura y distribuirla en ese
pequeño cilindro que es la tiza, el secreto, según llega a confesar
el propio Peter es no pensar, sino en dejarse fluir, porque en este
material y por las dimensiones el margen de error, se podría decir
que no existe.
Sebastián Peter tiene la bendición de
ser creativo , y además, dejarse llevar por la intuición , lo que
dicta el corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario